Pasamos
por la vida caminando
vamos con rumbo
fijo que nada es
buscamos otras que
nos impiden ver
Ver
que el cielo tiene estrellas
ver los arboles caer
ver las flores marchitarse
ver la vida como es
Pasamos
por la vida caminando .......
Ver
que un amigo se ha ido
ver que el canto ya pasó
ver como se van los hijos
ver como muere el amor
Pasamos
por la vida caminando ......
En 1972 mandé tres músicas para el Festival del Huaso de Olmué. Dos de ellas quedaron seleccionadas, la tercera no. “Pasamos por la vida” fue la que no se clasificó. La verdad es que habría sido mucho que quedaran las tres canciones. Ya estaba muy bueno tener dos seleccionadas.
En aquella época componía muchas músicas y cuando me dijeron que podría participar hice las tres y las envié. Aunque son tres estilos diferente, quizás la mejor, para mí, sea ésta que ahora incluyo en el CD.
El estilo original de la música era el de una tonada. Claro, se trataba de un festival de música folklórica. Para ponerla en el disco creé una versión con ritmo de bossa nova mas por razones practicas que otra cosa, pues para hacer el acompañamiento en el computador era más simple hacerlo con ritmo de bossa. Creo que el resultado final quedó mejor.
Es curioso, pero la letra de la canción va teniendo más sentido con el pasar de los años. Es como si fuera otra persona quién la que hizo. También, se trata de hechos que en aquella época no habían acontecido y que van apareciendo con el trancurrir del tiempo.
Lo más importante es que entender esas “otras que nos impiden ver” es lo más dificil de ocurrir. Para ver las cosas que pasan o se van, es sólo tener paciencia y buena salud, porque tarde o temprano muchas veces suceden. El camino para ver la realidad de la vida, es diferente. Es como si la vida no quisiera que la entendieramos, como si quisiera que sólo quedasemos con esos “rumbos fijos, que nada son”.
Carl Sagan, en su libro “Los Dragones del Edén”, dice que el ser humano tiene tres cerebros diferentes, que corresponden a distintos niveles de la evolución del hombre. El primero es el cerebro de la parte réptil, el segundo corresponde a nuestro lado mamífero y el último es el que corresponde al cortex cerebral. Estos tres cerebros coexisten simultaneamente y ejercen su función dependiendo de las circunstancias a que tiene que enfrentarse la persona. En este momento estoy usando el cortex cerebral, pero si me persiguiera un león, tendría que acudir a mi lado reptil, pues si comenzara a divagar sobre la filosofía de los leones, en pocos segundos sería devorado y pasaría a incrementar las proteinas del mencionado bicho.
Para mí, podría existir un
cuarto cerebro que correspondería a ese “ver” de que habla la canción. Lo
llamo cerebro místico pues serían los místicos y todo tipo de persona con
alto grado de desarrollo espiritual, quienes tendrían ese cerebro. El resto
tenemos momentos en que vemos, momentos relánpagos en que la vida se nos
presenta de una manera diferente. Cuando tenemos esos momentos, sabemos de que
se trata y entendemos la canción.
Moai - Isla de Pascua
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