ME PONDRÉ LOS ZAPATOS
 

Me pondré los zapatos
y echaré a andar
por los caminos
que me conducen
hacia el final
si quieres me acompañas
y vas junto a mí
y juntos cantamos
y juntos buscamos
un rato feliz

Un canto una mirada
yo tengo que buscar
una dulce sonrisa
un lento caminar
un cuerpo que se muere
un niño que se va
se van las ilusiones
pero queda un cantar

Si es pesado el camino
y fatiga el andar
no marches solo
que la distancia
acortarás
Si se acaban mis pasos
y no llego al final
toma mis zapatos
toma mi esperanza
y ve a caminar

Un canto una mirada
yo tengo que buscar
una dulce sonrisa
un lento caminar
un cuerpo que se muere
un niño que se va
se van las ilusiones
pero queda un cantar

Esta música utiliza la figura del caminar, como sinonimo de andar por la vida, caminar por la vida. Hoy es una figura familiar pero cuando hice la canción me parece que no lo era. También uso la figura de dar los zapatos para que otro continúe con nuestros pasos, con nuestro caminar.

 Hay frases que se autoexplican, otras son más figurativas, pero prefiero dejarlas asimismo, de repente al tentar explicarlas acabamos con el encanto que podrían tener.

Una vez, estando en Olmué, fuimos con nuestro amigo Francisco Sampedro a visitar un amigo de él, español también. Vivia en una casa de tipo rústico y cuando estabamos en la sala reparé que había unos bototos colgados en la pared. Como nunca había visto algo así le pregunté qué significaban esos zapatos, nos dijo que eran los zapatos de su padre. Según una costumbre, cuando la persona moría se colgaban sus zapatos como símbolo de que ya había hecho su caminada.

 Yo ya había hecho esta canción, antes de este encuentro, y encontré que había algo común entre mi canción y los zapatos allí colgados, “ ... me pondré los zapatos ...”     




Felipe, Pablo, Nicolás, María Paz, Rafaela, Agustín ... y los otros que vendrán
Inicio